Mi vida como prisionero QUOTES: CLAUDIO NAREA CONOCE A CLAUDIA CARVAJAL, PÁGINA 80 - 81
A principios de 1986 fuimos a tocar nuevamente al litoral central. en la presentación que hicimos en la discoteque Yating de cartagena conocí a claudia carvajal. el lugar estaba repleto de gente y ella estaba al fondo del local. cuando terminamos de tocar se me acercó y comenzamos a conversar. Me contó que desde donde estaba mirando el concierto no veía casi nada y que solo me veía a mí. Me hizo preguntas sobre la banda, pero principalmente cosas personales. Me dijo que conocía una canción de nosotros y que pensaba hasta ese momento que éramos argentinos. demostraba una cierta indiferencia con la banda y eso me gustó. además, me pidió mi dirección para escribirme. claudia me encantó, la encontré preciosa. solo tenía 16 años y su cara no se me borró de la mente durante las siguientes semanas. estaba tan embobado que ni siquiera atiné a ayudar a desarmar los equipos. a las tres semanas me llegó finalmente una carta suya en donde me contaba un poco sobre ella, que hacía gimnasia y cosas así, y además dibujó un mapa de su barrio y marcó su casa. estaba claro que me estaba invitando y yo no tardé en ir a visitarla. cuando me vio llegar se emocionó y se cubrió la cara con sus manos durante unos instantes. comencé a ir a verla todos los días hasta que me atreví a besarla. Me sentía enamorado. ella vivía con sus padres en una casa muy modesta de la comuna de Quinta normal, y siempre estaba preocupada de que su papá no nos viera juntos. le tenía una mezcla de respeto y temor a su padre, así que durante el primer invierno que pasamos juntos anduvimos entumiéndonos por las calles desiertas de la comuna con tal de no encontrarnos con él. a su madre creo que le caí bien desde el principio, me invitaba a tomar el té y me conversaba. cuando finalmente conocí al papá de claudia, este no fue el ogro que yo esperaba, sino todo lo contrario.
Con respecto a los muchachos, cuando supieron que estaba pololeando con la chica de cartagena, me felicitaron, pero al poco tiempo Jorge empezó a molestarme haciendo un cantito y poniendo una voz idiota: «la claudia te tiene de aquí, la claudia te tiene de aquí». se apretaba el mentón con la mano, era como si ella me arrastrara de ahí y yo la siguiera como un imbécil. esa era la idea. no le di importancia, pensaba en que era una forma de molestarme y nada más.
Mientras grabábamos el disco Pateando piedras, como era un trabajo con muchas programaciones y teclados, y yo en eso tenía poco que ver, me iba temprano a ver a claudia sin ningún cargo de conciencia. Jorge fue más allá entonces y llegó a decirme: «claro, seguramente te vas a acordar de tu claudia cuando llegues a la pieza del hotel y te encuentres con una mina esperándote en pelotas en la cama». nunca pensé que tuviera algo en contra de mi relación con claudia. Yo no tenía problema con su novia, así que supuse que él tampoco con la mía.
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