Mi vida como prisionero QUOTES: KAROLA JOLIE, JORGE Y SU SUPUESTO ENAMORAMIENTO, PÁGINA 306- 314

Esa mañana Nadia me despertó con un llamado telefónico, pero yo fui el primero en hablar, le dije: «Tienes que mostrarme la carta, vamos a ir a Investigaciones». Ella me señaló que no era necesario: «Porque ya sé quién es... es Jorge». ¿De qué hablas?, le contesté, ¿cómo que él? Yo no entendía nada. Entonces me contó que muy temprano, mientras su mamá hacía el desayuno, había leído la extensa carta que acompañaba las fotografías. Ahí se dio cuenta de que Karola o quién sea que escribiera esas cartas, era alguien muy enfermo, pues hablaba de mí con mucha rabia. Después comenzó a ver que Karola sabía muchas cosas íntimas de ella, asuntos que ni yo sabía. Pensó en quién podría saber todas esas cosas y a la vez estar tan preocupado de mí y de Claudia, pero no pudo encontrar una respuesta, hasta que se acordó de que todos esos detalles de su vida los conocía un pololo anterior. Ese ex era amigo de Jorge. Entonces, Nadia sin siquiera contarme a mí, decidió escribirle a la persona que ella creía estaba detrás del seudónimo de Karola Jolie. Creyó que él estaba tratando de destruir nuestra relación solo por venganza, porque tal vez aún seguía enamorado de Claudia y nunca se le había pasado la rabia conmigo. Le resultaba obvio. Nadia escribió: «Te va a parecer raro que te conteste» y le puso «yo sé quién eres». La respuesta llegó de inmediato. Una respuesta en la que él o ella, aún en el correo de Karola, le contestaba: «Veo que eres muy inteligente» y se largaba a hablar de mí con una familiaridad que hacía que la hipótesis de Nadia tomara cierto sentido. Ella le volvió a escribir, y le respondieron nuevamente. «Tengo sus cartas», me contó Nadia. Le contesté que iba a ir a su casa para que me las mostrara. Pero ella me dijo que yo no podía verlas, pues aparecían mencionados asuntos muy íntimos: (Cosas que) «no le cuento a nadie, a ese pololo cometí el error de contarle, pero son cosas que no quiero que nadie sepa». Desde luego no me gustó nada eso de querer ocultarme las cartas, así que le advertí que iría a su casa pronto, que me las tenía que mostrar, y le corté. Durante las reuniones que tuve esa mañana no podía dejar de pensar en lo que me había dicho Nadia. ¿Por qué Jorge iba a estar metido en eso? No me calzaba. Antes de llegar a su casa, Nadia me llamó y me dijo que acababa de recibir otra carta, que esa sí me la podía mostrar, porque ya no hablaba de sus cosas personales. Ya en su departamento, en el computador de su hermano me la mostró.


karola73@yahoo.es>

To: lawarhola@hotmail.com

Subject: Dama

Date: Fri, 18 May 2007 20:47:14 +0200 (CEST)

NIÑA, DIOSA...que dichoso es él, volvió a ganar, quizás ya no te tenga, pero gano, gano un ángel, tu bella damita, te hizo mamá, y estoy seguro que sera una criatura maravillosa, hermosa y angelical como tu, yo no nací para amar, o quizás si, solo que no supe como, pensé que tu tampoco lo serias. Me equivoque. Lo siento, te hice daño por culpa de ellos, pero seras feliz, eres una persona preciosa. Te metiste en una historia de caos, de malos recuerdos de locura. Hoy, después de conocerte entiendo el porque. Tu vienes a sanarnos, vienes a amarnos y a enseñarnos a amar. Yo separe, quizás una feliz historia de amor entre ellos, pero que ya no lo fue, por que creí que no se lo merecían, no era justo que me sacaran así como así de sus vidas, quise hacer lo mismo contigo, repetir la leyenda, cambiar la biografía, pero tu eres un alma blanca, pensé que era mi única salida y jugué con tus sueños, con tu inmenso amor. Niña, no se si él es para ti, pero al parecer puedes amar tanto, de una forma que yo no conosco, de una forma mágica, sana, naciste para amar, y quizás para amar y ayudar a crecer a este niño que yo no deje crecer, ojala que no sea tarde. Después de todo el daño que te hice, el daño hacia él me importa poco, toda nuestra vida ha sido de tiranos. El daño que te hice a ti de tratar de enloquecerte para impedir que sean felices, al parecer tu fuiste la única perjudicada, por lo que me contaste, él ya no te ama, y duda que lo hiciera alguna vez, por tu comportamiento obsesivo, comportamiento que yo precione, y alimente.

Tu aparecida en esta historia no es casualidad tu viviste para enseñarnos a amar, perdoname ángel si te opaque, pero seras feliz, te escribo esto, porque conocerte me ha echo sentir que tus palabras me llevaron al cielo, y aun estoy volando, me siento perdonado por Dios. Lamentablemente él te convirtió en mujer, no yo, pero lo que estas haciendo por mi, es mágico, me entiendes?, me perdonas, me escuchas, no juzgas ...

...Niña escuchame!!! no te haré daño, me mostraste el cielo, y hoy te lo regalo junto con esto (apreta el icono) te sorprenderá. Se lo hice a una persona, una niña que hoy apesar de ser mujer sigue siendo niña pero que ame y respete mucho, tanto como hoy te empiezo a respetare a ti.

Quizás él se meresca ser feliz, junto a ti quizás pueda serlo, quizás no, solo depende de él, y de la confianza en ti que yo te quite, recuperala, la historia pasada de él con ella no esta muerta, el cariño es grande siempre luche contra eso, pero la historia esta viciada, hice mucho daño, que nunca se borrara, aunque quiera y traten. En cambio tu estas pura, limpia, solo Él y ELLA se tienen que sanar y limpiar, tu tendrás la tarea de unirlos para que sean grandes amigos, porque como pareja el tiempo junto a mis macabras tareas y trabajos hicieron que esto se acabara, solo les queda disfrutar de sus hijos nietos y cosas en comun y tu podrás ser grande amiga de ella, ella no tiene amigas, ella esta sola, y tu serias una gran compañía, aunque ella lo niegue. Yo dejare que el amor que sintieron tu y él vuelva, no por él, sino que por ti, me gustaría quedarme contigo, pero se que es imposible, tu no eres una mala persona, y no lo harías, y es mejor, pero recuerda, confía en ti, en tu capacidad de amar, te la devolveré, total...yo no sirvo para amar.

Aquí va el icono...http://www.youtube.com/watch?v=EYpuMzHUVrk

Hermosa dama, mantenme alejado de ellos, yo se que tu puedes, tu eres la luz para todos, rompe con esto, que nos mata a nosotros tres, los que alguna vez tuvimos nuestra propia novela romántica, tu eres la cuarta y con tu vientre vienes a perdonarnos, y romper con esto, suerte Damita, NO OLVIDES QUE EL DAÑO HACIA TI Y TU VIENTRE TERMINO, SERAS FELIZ Y ME GUSTA

QUE SEAS FELIZ. No le cuentes a él, el nunca lo entendería, mantenlos alejados, y serán felices, y perdoname.

BESOS.


Lo primero que hice al terminar de leer ese mensaje, fue apretar el ícono. Este me llevó al video de la canción «Fe». Leí la carta una y otra vez intentando buscarle una lógica a lo que estaba leyendo. Si en verdad era Jorge, ¿por qué iba a estar incluyendo letras de sus canciones? Eso me parecía muy absurdo. Recordé que la carta que me llegó el día anterior hablaba sobre un plan que no resultó. ¿Esto sería una broma de un fanático desquiciado? Pero la escritura se asemejaba demasiado a las cartas que encontré en 1989, esas que Jorge le escribió a Claudia. También a ella la trataba de niña. Las faltas de ortografía me llamaron la atención, pero el contenido de la carta tenía algún sentido. Entonces le pedí que me mostrara las otras cartas que habían llegado. Nadia me contestó: «Las borré, no quería que nadie las viera porque hablaban de cosas muy privadas». Me dio mucha rabia. Pero Nadia seguía hablándome sin preocuparse por mi enojo: «Me escribió cosas muy bonitas, él no es malo, está loco nomás». Le contesté: «Nadia, no vuelvas a responder, aunque te siga escribiendo, no le respondas más». Tuve que ser muy firme con ella, pues a todas luces estaba entusiasmada con los últimos mensajes. También se me pasó por la cabeza que Nadia pudiera haber escrito aquellos mensajes. ¿Pero por qué ella va a estar haciendo esto? ¿Qué sentido tenía que ella inventara todo? Desde hace algún tiempo nos veíamos todos los días y la relación era muy buena. Los únicos momentos en los cuales había tensión y discutíamos, era precisamente cuando llegaban las cartas.

¿Qué es lo que sabía sobre ti?, le pregunté. Me respondió: «Es que son cosas que me dan vergüenza, yo no se las cuento a nadie». Aunque entendí que era difícil para ella hablar sobre eso, no podía dejar de contarme lo que le hacía sentir tan mal respecto de su pasado. Entonces le pedí que me relatara todo. Intenté convencerla durante mucho rato, y finalmente accedió. Al comenzar a contarme esos episodios terribles de su vida se largó a llorar desconsoladamente. En ese instante comprendí por qué había borrado las cartas. Lo que me contó era algo muy doloroso y que de ningún modo tenía superado. Naturalmente las historias de Nadia no las incluiré, pero sí parte de lo que hablamos respecto a la comunicación que mantuvo la mañana del 18 de mayo:

«Traía como siete fotos, no las descargué, solo las vi porque me daba vergüenza que si mi hermano veía las fotos me dijera: ‘Viste, te dijimos y tú le volviste a creer al Claudio’. Al verlas me desesperé, pero al leer el mail yo estaba con mucha rabia porque veía todo negro, todo mal, todo mal. Llamé a mi mamá —me acuerdo—, lloré con ella, pero ella no sabía por qué lloraba. Y después me dediqué a leer la carta mientras ella hacía el desayuno. La carta era súper enfermiza, se notaba que la mina estaba con mucha rabia porque nadie la había tomado en cuenta. Ahí me decía que hace mucho tiempo había querido advertirme sobre con quién me estaba metiendo. Me hablaba mucho de la guagua, pero a la vez me decía cuestiones horribles. Como qué pena, pero qué rico. Decía qué pena que me haya tenido que mostrar evidencias claras para que me diera cuenta el tipo de gente que eras tú. Decía que era la peor estrategia haber quedado embarazada. Que quizá había más guaguas tuyas por otros lados. Decía que tú y la Claudia tenían un amor tan enfermo, que ustedes se aguantaban todo. Que yo nunca iba a poder competir con la Claudia porque lo de ustedes no era amor, era otra cosa. La carta era como comprensiva, irónica y maldita, como poética, con versos entremedio, como con dichos. Decía ‘qué lata que lo pillaron, pero no es la primera vez que lo pillan’. Que fui entre comillas más inteligente que el resto, porque iba a tener un lazo con él para toda la vida, pero lo malo es que no lo vas a tener nunca. Me puso un montón de cosas que tú me hacías. Me decía ‘yo sé que él va a tu casa’ y ‘me da pena porque tú no sabis que cuando sale de tu casa va a otras partes’ y ‘te puedo nombrar unas cuantas con las que se ha juntado en el último tiempo, y me puso un montón de nombres, pero que ella no me iba a decir cuál era porque ahí sí que me iba a volver loca. Pero en realidad él anda caliente por cualquiera, me ponía. Después de decirme todas esas cosas malas me ponía ‘eso es lo que me excita de él’, ‘¿a ti te habla de amor y cosas románticas?, a todas les hace lo mismo’. ‘Te preguntarás cómo yo sé todas esas cosas que te cuento?, bueno, porque yo tengo una amiga que ya pasó por sus brazos y ella me ha contado cómo es él. Me decía que claramente ‘tú no te has alejado de él porque se nota que es muy bueno en la cama’. Me ponía que tú tenías algo especial, algo casi místico que hacía que las minas no te dejaran. Me decía ‘bueno, ya sé que le contaste todo a Claudito’, que las había cagado, pero que eso no le preocupaba. Lo que no sabía era que tú me ibas a creer o más bien que le incomodaba que tú me hubieras escuchado. Ahí me pone: ‘porque si yo hablo tú te vas pa tras porque tú tienes un pasado vergonzoso’. En ese momento Nadia quedó impactada. Aparecían detalles muy dolorosos sobre su vida privada, situaciones que ella hubiera querido olvidar, pero que quien escribía conocía hasta los más mínimos pormenores y se los restregaba en la cara. Hasta ahí Nadia tenía mucha rabia conmigo, pero al ver algunas historias de su propia vida ocupadas para reírse de ella, le provocó una pena enorme, mucha rabia, pero a la vez pensó «¿cómo puede jugar con estas cosas?». Entonces toda esa rabia, toda esa bronca que tuvo en algún momento contra mí, se volcó a dilucidar quién estaba detrás de eso.

Empezó a relacionar. No había muchas posibilidades. Sus padres o sus hermanos no iban a estar involucrados en esto. Recordó que un pololo anterior sabía algunas cosas, pero no todo. Su psicóloga sabía todo, pero ¿por qué va a estar ella haciendo esto? De pronto se acordó que otro ex pololo cercano a Jorge, había visto algunas fotografías en donde aparecían juntos y todo le empezó a cuadrar. Cuando Nadia le escribió, recibió de respuesta un correo de la supuesta Karla. Así me lo relató ella:

«Me escribió de vuelta y me puso que yo soy muy inteligente, que lo sorprendí. Que claramente él y yo somos almas gemelas. Que lo perdone por hacerme daño a mí y a mi bebé, que pensaba que yo era una chiquilla cualquiera, una persona frívola y que estaba contigo solo porque eres un Prisionero. Pero que ahora se dio cuenta de que yo soy una persona linda, igual que él, que tengo la misma alma que él, la única diferencia es que la mía está pura y la de él está oscura, que somos lo mismo porque llegamos a sentir lo mismo —como que se iba en el volón. Ahí me contaba de cuando ustedes eran chicos —nunca me habló de la Claudia—, me decía que le sorprendía mi capacidad de amar, que se volvió loco y que por suerte tuve ayuda a mi alrededor que me ayudó a salir adelante, que a lo mejor a él le faltó ir a terapia. Me trataba bien, como que me dejó embobada, me decía que yo era una persona muy linda, muy especial. Recuerdo que era muy amable, lo que más me acuerdo es que me preguntaba ¿has llegado a sentir tanto amor por alguien que al abrazarlo y darte cuenta de que no es tuyo, tienes ganas de pegarle? Ahí me decía, sí, yo sé que me entiendes, puntito, puntito, puntito, yo sé que me entiendes. Decía que cuando chico él era bien pesado contigo, te pegaba, te molestaba y que tú nunca hacías nada porque eras muy tímido. Que él siempre quiso ser líder, pero que en el fondo sin ti no era líder, que las cosas que él decía si tú no estabas cerca no tenían fundamento, que de un momento a otro él te llegó a perder, que cuando ustedes estaban chicos pasaban todo el tiempo juntos, me puso que caminaban horas y tardes enteras juntos, conversando de todo y que de un día para otro tú nunca más estuviste, o sea estuviste, pero ya no como antes, y que en esas caminatas él se sentía bien. Me ponía puros atributos tuyos y nunca escribió de la Claudia. Me ponía frases muy bonitas acerca de caminar tardes enteras. Él me daba a entender de que él como que te tenía, que sentía que tú no podías vivir sin él y él no podía vivir sin ti. Él dijo que en un momento tú lo dejaste. Yo creo que es cuando tú empezaste con la Claudia. A él le costó mucho entenderlo y aceptarlo y por eso él se empezó a volver loco. Le respondí preguntándole por qué hacía esto. Me dijo que él nunca había sido protagonista de nada importante, que lo único importante que hizo fue cuando fue parte del trío amoroso contigo y la Claudia, y que nunca entendió por qué lo sacaron así como así de la historia. Me puso también: ‘Sus hijos son hermosos, ellos debieron haber sido mis hijos».

Yo estaba impactado. El relato de Nadia era coherente, aunque lo que me contaba fuera demencial. Ella y yo jamás hablamos sobre Jorge, no era tema, ella desconocía toda la historia con él. Entonces llamé a mi mánager y le conté todo lo sucedido. Sergio, quien es tecnólogo médico, estaba muy incrédulo con el tema y me hizo muchas preguntas.

Le conté todo lo que recordaba de mi amistad con Jorge, las conversaciones extrañas que hasta ese momento nunca comprendí, y también el episodio con Claudia. Recordé la propuesta que nos hizo a fines de los ochenta y empecé a atar los cabos sueltos. Lo que más me llamó la atención fue que según Nadia, jamás habría mencionado a Claudia. Parecía tener un conflicto conmigo más que con mi ex mujer. Era raro todo, pero de algún modo tenía sentido con el historial de Jorge. A Sergio le resultaba increíble que hubiera una historia tan demente al interior de Los Prisioneros. Pero había que avanzar. No podíamos descartar nada en ese instante. Entré a mi Myspace y le pedí a mi mánager que escribiera lo siguiente a Karola: «Carolita, disculpa la demora. Soy Sergio, mánager de Claudio, soy quien administra este sitio. En qué te puedo ayudar?». Evidentemente lo administraba yo, pero esa era una forma de ir descubriendo si realmente existía Karola. Esperamos en vano una respuesta, pero al día siguiente, Karola respondió: «Hola Sergio: nop, nada, solo saludaba y cureoseaba. pq sé que por lo general no son los artistas los q manejan su página, aunque algunos sip, ya q conozco unos cuantos. sorry, era eso no mas. seguro tienes harta pega, asi q te dejo. un abrazo pa ti y claudio. ah! inviten algun recital... (no gratis, avisen) algun flayer?». Karola del Myspace escribía de una forma totalmente distinta a la persona que estaba escribiendo las cartas.

Un par de meses después la conocimos y salimos de dudas: ella no tenía nada que ver en el asunto. Naturalmente se sorprendió con lo que le conté, se dio cuenta de que alguien la intentaba meter en un lío, pero me dijo que solamente me escribió al Myspace para mantener una conversación conmigo.

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